La niña que me tuvo en duermevela
dice que escribe cosas al garete,
no obstante que ya lleva un ciento y siete
posts que no son ninguna bagatela.
Allende Coyoacán, donde vivía,
dejó sus librerías y sus andanzas,
su Miguel de Quevedo en lontananza,
sus tiendas como las de Alejandría.
En el Estado, el torpe y el mostrenco
parece que manejan tos los micros,
tienen ahíto ya a todo el elenco.
Pero vaya, es asunto baladí.
Cuando la veo, quiero bailar flamenco,
quiero oírla escribir en ralentí.
Aleph
HR Giger
1 comentario:
Qué bonito escribes detective...me gustaría tener ese don :)))
También excelente tu relato de la carrera...aunque yo nunca le he encontrado el chiste a correr :(
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